Ignacio Ondargáin
NACIONAL SOCIALISMO. Historia y mitos.
CAPÍTULO XI
(Texto revisado en diciembre de 2006)
DE LOS HIPERBÓREOS AL NAZISMO
CAPÍTULO XI
(Texto revisado en diciembre de 2006)
DE LOS HIPERBÓREOS AL NAZISMO
8- Nazismo enigmático
Hasta aquí hemos tratado de enfocar unos cuantos aspectos al respecto de la cuestión mágica del mundo sobre la que, a nuestro entender, el nazismo o nacionalsocialismo alemán del Tercer Reich vino a fundamentar su cosmovisión. Tratando de desentrañar y comprender el pensamiento de los antiguos, podemos comprender la relatividad de este mundo. Complementando esto, el “mundo visible” vendría a ser el reflejo de “otros mundos” o realidades. Nuestro mundo mortal está sujeto a la ley del espacio-tiempo y a la ley del nacimiento-muerte. Los iniciados, como ya lo hiciera Pitágoras, buscan transmutar e inmortalizar este mundo mortal mediante la perfección, pues la perfección es cualidad de la inmortalidad. Aquí podemos entender a Nietzsche cuando habla de los hiperbóreos, pues para llegar a ellos es preciso alcanzar más allá de este mundo, hallar la salida del laberinto. Y esto no lo conseguiremos con actitudes pasivas ni contemplativas, ni mediante un intelecto que se quede en la esterilidad, sino mediante la práctica del endurecimiento diamantino del mago tántrico y mediante la acción. Un camino sólo para los pocos, los “perfectos”, no para los degenerados, ni los criminales.
Es evidente que en todo el tema del Tercer Reich existe una raíz esotérica. Lo hemos visto en capítulos anteriores. Hemos visto cómo el mismo signo de la esvástica es un signo religioso antiguo y que una determinada corriente oculta está representada y vigente en este movimiento. Durante un tiempo breve pero intenso, en la tierra llegó a conformarse un “Reich mágico”, un mundo transvalorado y absolutamente diferente al mundo que hoy día conocemos. Todo eso no nació de la nada:
“Nada viene de la nada, es decir,
Nada ha sido sacado de la nada.
Nada ha sido creado,
pues todo cuanto existe existía ya desde la eternidad”.
(Ex nihilo nihil).
Por esto mismo, entendemos que ese Tercer Reich histórico fue reflejo de un “Tercer Reich metafísico” que sigue vigente en alguna parte más allá de las contingencias de este mundo. La existencia de ese Tercer Reich “metahistórico”, deberíamos situarla en lo que se conoce como “pliegues del espacio tiempo” o en una dimensión paralela a la nuestra. Un “otro tiempo” de algún modo inaccesible pero muy cercano, en tanto que no está sujeto a nuestra percepción habitual. ¿Puede ser que en ese otro tiempo los nacionalsocialistas vivan la victoria de su causa?. ¿No es de esto mismo de lo que hablan las tradiciones germánicas del Walhala o las asiáticas de Agartha? En nuestra edad media tenemos el mítico Reino del Preste Juan y en otras partes del mundo vuelven a encontrarse leyendas similares. Vamos a dedicarnos a buscar indicios y efectos de esa otra dimensión, ese “reino del espíritu” o esa “realidad fantástica” y desconocida. El mundo en que vivimos no tiene por qué ser sólo y únicamente lo que a simple vista puede percibirse con los sentidos físicos ordinarios. Tampoco tiene por qué ser lo que nos cuentan las partes interesadas en condicionarnos y hacer de nosotros un determinado tipo de persona. Hay quienes apuntan a que el Tercer Reich pudo sobrevivir a la destrucción a la que le sometieron los poderes mundiales y aquí sólo se pretende dar a conocer esta parte “fantástica” del nacionalsocialismo. El tema ya ha sido tratado en numerosas ocasiones con mayor o menor acierto, por lo que no pretendemos decir nada que no haya sido dicho ya antes. Tampoco pretenderemos hacer ningún juicio de valor sobre la cuestión. Únicamente hemos querido recopilar una serie de datos y disponerlos esquemáticamente.
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